Conectar con el talento joven es uno de los grandes desafíos —y oportunidades— del mundo laboral actual. Los millennials y centennials llegan con ideas propias, altas expectativas y una necesidad genuina de propósito.
Pero ¿qué esperan de sus líderes? ¿Qué buscan en una organización? ¿Cómo diseñar experiencias que los inspiren a quedarse?
Las nuevas generaciones llegan al mundo laboral con una visión clara de lo que buscan: un entorno flexible, humano y desafiante que les permita crecer, aprender y sentirse parte de algo más grande. No se conforman con tareas repetitivas ni con liderazgos autoritarios. Tampoco con culturas rígidas o beneficios decorativos.
A continuación, resumimos seis acciones clave que llevan a cabo los grandes lugares para trabajar y que pueden marcar la diferencia para atraer, fidelizar y promover lo mejor del talento joven.
1. Escuchar con intención
La escucha activa no es negociable. En estas generaciones, sentir que su voz es tenida en cuenta es una condición esencial para comprometerse. Pero no alcanza con abrir canales: hay que demostrar que se actúa en consecuencia.
Por eso, cuando hablamos de escucha activa, esto va más allá de hacer una encuesta. Hay que pasar a la acción con sus resultados y tomarla como la vía inicial, y fundamental, que nos permite conocer cuál es nuestro punto de partida y abrir un canal de comunicación para que los colaboradores se expresen con total libertad.
Los valiosísimos datos que estos relevamientos arrojan deben ser usados para generar acciones concretas que demuestren a los colaboradores que han sido realmente escuchados y no solo encuestados.
En Verisure, por ejemplo, lo entendieron así y crearon un sistema de escucha continua: PICON. Se trata de una encuesta mensual breve y estratégica que aborda distintos momentos del ciclo de vida del colaborador, lo que les permite ajustar planes de acción con agilidad. “No preguntamos cómo estás, sino qué impacto tiene lo que hacemos en tu día a día”, compartieron desde el equipo de HR “Y lo más importante: las personas quieren ser escuchadas, pero también ver que se hace algo con lo que dijeron”.
Algo similar ocurre en S1 Gateway, donde el propio CEO lidera encuentros regulares con su equipo para compartir resultados, escuchar propuestas e implementar mejoras. “Nuestros líderes no solo gestionan, escuchan activamente a sus equipos y se anticipan a sus necesidades. De ahí surgen muchas de las propuestas de desarrollo que implementamos”, cuenta Ernesto De Bari, su CEO.
En Cinemark Hoyts, por su parte, tomaron una vía complementaria: crearon un programa de influencers internos para amplificar las voces de cada sede. Cada influencer genera contenido, responde dudas, transmite novedades y comparte lo que ocurre en su cine, con un lenguaje cercano y nativo. “La comunicación fluyó mucho más cuando dejamos de pensar en bajadas desde Recursos Humanos y apostamos por construirla desde adentro”, comparte Florencia Navarro, Gerente de Gestión de Talento en Cinemark Hoyts.
2. Flexibilidad a medida
La flexibilidad no es un beneficio: es una expectativa. Las nuevas generaciones buscan organizaciones que comprendan que su vida no empieza ni termina en el trabajo. Por eso, valoran entornos que les permitan integrar sus responsabilidades personales, sus estudios y su desarrollo con libertad y autonomía.
S1 Gateway, una empresa 100% remota, lo lleva al extremo: priorizan la vida personal por sobre cualquier otro factor, trabajan por objetivos y permiten que cada uno organice su día según lo necesite. “Lo importante no es si vas a la oficina o no, sino que puedas rendir bien y tener balance. Y eso implica confiar”, sostiene De Bari.
En Verisure, en cambio, apostaron por un modelo híbrido que combina días presenciales con home office. Pero el foco no está solo en la estructura, sino en el espíritu: “No queremos que la gente venga por obligación. Queremos que disfrute venir. Que la oficina sea un lugar de encuentro, inspiración y creatividad”, explican desde Verisure.
En Cinemark Hoyts, la flexibilidad también se piensa desde lo emocional. Su plataforma de comunicación interna permite compartir desde un logro laboral hasta la celebración de un cumpleaños. Y sus influencers son piezas clave para dar visibilidad a estos momentos y generar una red de apoyo entre pares que traspasa lo operativo.
3. Crear experiencias significativas desde el día uno
El onboarding hace tiempo que dejó de ser un trámite para las organizaciones que ponen el foco en las personas y su bienestar laboral. Es la primera gran oportunidad para conectar emocionalmente con las personas jóvenes que ingresan y mostrarles quién es la empresa más allá de lo institucional.
Esto incluye desde un kit de bienvenida pensado con intención hasta acompañamientos personalizados que muestren una cultura humana desde el inicio.
En Verisure, el onboarding incluye desde una salida a la calle con un experto de seguridad hasta visitas a la central receptora de alarmas, para comprender el ciclo completo del servicio. “Creemos que lo técnico se aprende, pero lo cultural se vive”, afirman.
En S1 Gateway, se organizan desayunos cruzados para que cada persona conozca otras áreas y se entienda como parte de un todo.
Las empresas que logran transformar el primer contacto en una experiencia significativa tienen más chances de generar compromiso real y sostenido.
4. Dar espacio al propósito personal
Millennials y centennials buscan que su trabajo tenga sentido. No quieren “ir a trabajar”: quieren construir algo con impacto, que esté alineado con sus valores y les devuelva orgullo.
Eso implica mucho más que definir una misión institucional. Implica dar oportunidades para que cada persona conecte su propósito individual con el propósito colectivo. En Verisure, por ejemplo, las conversaciones de desarrollo entre líderes y colaboradores están centradas en identificar qué habilidades quieren potenciar, hacia dónde quieren crecer y cómo la empresa puede acompañarlos. La plataforma Active Learning, con más de 18.000 formaciones, está diseñada para dar autonomía en ese camino.
En S1 Gateway, el propósito se co-construyó. En 2024, redefinieron sus valores junto con toda la organización: cada equipo propuso, votó y discutió qué principios debían guiarlos. “Todo lo que hacemos es conversación, experiencia y compromiso. Y ese compromiso nace de ellos mismos”, destaca su CEO.
5. Formar líderes empáticos
El talento joven no busca jefes. Busca referentes. Personas que los escuchen, los acompañen, les den espacio para crecer y, sobre todo, confíen en ellos. Las empresas que no entiendan esto difícilmente logren fidelizar a estas generaciones.
En Cinemark Hoyts, formaron a sus líderes específicamente para acompañar a centennials y millennials, trabajando herramientas de empatía, feedback y planificación conjunta. “Tuvimos que desaprender muchas cosas y dejar de lado la idea del líder que todo lo sabe. Hoy hablamos de facilitadores, no de supervisores”, explica Florencia Navarro, Gerente de Gestión de Talento de la cadena.
En S1 Gateway, todos los líderes están formados para detectar intereses, gestionar rotaciones internas y promover desafíos transversales que enriquezcan el recorrido profesional de cada persona. Mientras que, en Verisure, uno de los aspectos más valorados por los jóvenes es justamente el acompañamiento cercano de sus líderes: “Lo técnico se entrena, pero la conexión humana es lo que hace la diferencia”, destacan.
6. Celebrar
El reconocimiento es una de las formas más potentes de motivar al talento joven. Pero no alcanza con celebraciones puntuales o reconocimientos simbólicos. Se trata de instalar una cultura donde las pequeñas y grandes victorias sean visibles, compartidas y reconocidas en tiempo real.
En Cinemark Hoyts, por ejemplo, cualquier colaborador puede agradecer públicamente a otro desde la plataforma interna, eligiendo una competencia que represente ese gesto. La celebración está integrada a su día a día: desde festejos temáticos como Halloween o Barbie hasta el reconocimiento a influencers destacados por su creatividad o impacto.
En S1 Gateway, las celebraciones se piensan con foco en la experiencia. Este año, incluso cambiaron su lugar tradicional de encuentro de fin de año para crear un ambiente más relajado y coherente con su cultura.
Y en Verisure, cada aniversario de la empresa se transforma en una excusa para celebrar logros, reforzar vínculos y compartir historias que inspiran.
Conectar con las nuevas generaciones no es una moda. Es una estrategia de sostenibilidad. Las organizaciones que escuchan, evolucionan y se adaptan con autenticidad están construyendo culturas donde las personas jóvenes no solo quieren trabajar, sino quedarse, crecer y dejar huella.
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