En un contexto laboral – y global- donde la certeza quedó obsoleta, disrumpir ya no es una opción: es una cuestión de supervivencia.
Frente a esta realidad, surge una nueva gran pregunta: ¿qué lugar les queda a las personas? ¿Cuál es el nuevo rol de los líderes?
Empecemos por analizar el contexto y los retos a los que nos enfrentamos para ir en busca de la respuesta.
Melina Jajamovich, TEDx speaker, speaker internacional, autora de Agilidad en 4 estaciones y Reflexiones de un año trabajando en pantuflas, LinkedIn TopVoice y coach de transformación organizacional, estuvo presente en la 23ava edición de Los Mejores Lugares para Trabajar en Argentina 2025 y nos compartió e invitó a hacer las siguientes reflexiones:
El rol de la IA como disruptor organizacional
La velocidad del cambio, impulsada en gran parte por la irrupción de la inteligencia artificial, hoy redefine las reglas del juego y pone a prueba no solo a las organizaciones, sino también a cada uno de nosotros.
La IA ya nos ofrece asistencia instantánea, grandes soluciones y una sonrisa eterna que no pide nada a cambio. Tan fuerte es su protagonismo que se proyecta para este año el surgimiento del primer unicornio unipersonal impulsado únicamente por IA, sin colaboradores humanos. Sorprendente…pero no tanto.
La pregunta que decanta entonces no es si la IA llegó para quedarse. La verdadera pregunta es: ¿qué haremos los humanos frente a este nuevo escenario?
Reto 1: Aceptar el miedo, pero no dejar que nos paralice
El cambio vertiginoso genera miedo. Miedo al error, al desequilibrio, a perder relevancia. Y eso es completamente humano. Por eso, si queremos construir organizaciones más innovadoras y humanas, el miedo no puede ser nuestro límite.
Innovar requiere:
- Vencer el cansancio que invita a seguir igual.
- Romper con lo conocido, aunque haya funcionado hasta ahora.
- Desactivar el “¿para qué cambiar si así estamos bien?”.
Porque la revolución más profunda no es tecnológica: es humana. En esta nueva era, los líderes no solo deben adaptarse: deben crear el futuro.
Y crear el futuro implica tener coraje, aunque nos sintamos incómodos, y aceptar que, si no cambiamos, estamos condenados a estancarnos.
Reto 2: fomentar una curiosidad organizacional 360°
La curiosidad sin acción es solo un acto de contemplación.
Porque con solo ser curiosos no alcanza: también necesitamos el coraje para desafiar el statu quo y actuar.
Transformar las organizaciones requiere:
- Soltar la necesidad de tener todas las respuestas.
- Explorar nuevas preguntas.
- Ampliar las posibilidades en vez de defender lo que ya conocemos.
- Animarnos a que cada colaborador encuentre su voz y su aporte único.
Es cuando la curiosidad supera al miedo que la disrupción se vuelve bienvenida.
¿Qué pueden hacer los líderes en este contexto?
Ante estos nuevos retos que ya están presentes en nuestras organizaciones, el nuevo rol del liderazgo no es tener todas las respuestas. Es mucho más profundo e implica una serie de acciones que fomenten un lugar de trabajo humanizado.
El nuevo liderazgo ya no se mide por certezas, sino por su capacidad de abrir caminos. Y esto implica la capacidad de:
- Crear redes de colaboración más humanas.
- Fomentar la valentía de experimentar.
- Escuchar y amplificar las voces singulares de los equipos.
- Inspirar a que cada persona transforme su lugar de trabajo en algo único y diferente.
La respuesta no está en competir contra la tecnología y sus avances, sino en crear lugares de trabajo donde la autenticidad, la colaboración y la audacia sean la norma.
Porque, más allá de todas las nuevas herramientas y soluciones sistematizadas que llegan a nuestras manos, en el punto donde hoy nos encontramos podemos afirmar que aún no existe la innovación sin humanos.
Nuestra responsabilidad y desafío es fomentar la capacidad de la organización y sus colaboradores de imaginar futuros mejores.
¿Tu organización está lista para disrumpir y construir el futuro?
En Great Place To Work® te acompañamos a desafiar el statu quo.
Fortalecé tu cultura de innovación y prepará a tus equipos para un mundo donde el cambio es la única certeza.